I nostri Defunti

_________________________
Diac. Leonidio
Diac. Leonidio è stato alunno del Pontificio Collegio Internazionale Maria Mater Ecclesiae per ben cinque anni, d’agosto 2002 fino a luglio 2007. Dopo il triennio di baccalaureato in teologia, Leonidio ha conseguito il titolo di licenza nella facoltà di Bioetica del Pontificio Ateneo Regina Apostolorum.




 ________________
P. Pedro Daniel Orellana
P. Pedro Daniel Orellana è arrivato a Roma nel 1992, l’anno dopo la fondazione del collegio. Oltre ad essere nei primi gruppi, ‘Daniel’ , com’era conosciuto fra i seminaristi, ha lasciato una profonda traccia nel Mater Ecclesiae giacché è stato lui a formare il coro de collegio, iniziativa che perdura fino ad oggi.
Il suo zelo pastorale lo ha portato a intraprendere iniziative nel lavoro giovanile, soprattutto nel campo dell’educazione, persino a livello universitario.
Secondo le notizie della stampa, P. Pedro Daniel Orellana è stato ucciso durante una rapina avvenuta nel suo domicilio. L’agenzia di notizie ZENIT.org, nella sua edizione spagnola dello scorso 8 gennaio, ha accennato brevemente ai particolari dell’omicidio e riproduce le condoglianze del cardinale di Caracas ai famigliari e altri brani del comunicato ufficiale emesso dall’arcivescovato di Caracas.
Affidiamo al Padre delle Misericordie l’anima di questo nostro amico e fratello sacerdote e chiediamo al Signore conceda la pace e conforto ai famigliari, amici e conoscenti di P. Pedro, così come all’amata nazione del Venezuela.
_____________________________
P. JEAN CARLOS DE ASSIS
Sacerdote della diocesi di Niteroi, Brasile ed ex alunno del Pontificio Collegio Internazionale Maria Mater Ecclesiae, il P. Jean Carlos de Assis è andato alla casa del Padre il 21 agosto 2006, a causa d´un tragico incidente automobilistico.
Ha conseguito a Roma il triennio di teologia nel Pontificio Ateneo Regina Apostolorum, e dopo studio la licenza in Storia della Chiesa nella Pontificia Università Gregoriana. I formatori e i compagni di seminario che lo hanno conosciuto ricordano la sua contagiosa allegria, il suo zelo pastorale ed il suo spirito di servizio.
È morto a soli 33 anni, pochi giorni prima del suo secondo anniversario di sacerdozio. In appena un anno e 11 messi di fecondo ministero sacerdotale svolto in parrocchia, è riuscito a lasciare una forte traccia d´amore a Cristo nella vita di tante persone, soprattutto nei giovani, nei suoi cari giovani che affettuosamente lo chiamavano João Bosco.
_________________________
Una vez más nos visita nuestra "hermana la muerte", al reclamarnos a un nuevo miembro del presbiterio diocesano, el ocatvo en este año. Pero hoy como  el profeta decimos con el corazón traspasado de dolor: "El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó".
El querido Padre Albeiro nació 19 de junio de 1967 en Montebello, en el noble hogar de Don Miguel Ángel y Doña Rubiela donde recibe la formación en valores  y virtudes cristianas, suficientes para formar su carácter y personalidad, en compañía de sus hermanas, sus tíos y demás familiares que fueron perfilando y acrisolando su ser.
 
Estudió en la Escuela "Diego Echavarría" de Itagüí, la secundaria en el IDEM "San Javier" de Medellín.  Filosofía y dos años de teología en el Seminario Cristo Sacerdote de La Ceja. Culminó el bachillerato teológico en el Colegio Mater Eclesiae y Teologìa espiritual en el Teresianum en Roma.
 
Ordenado sacerdote por imposición de manos de Monseñor Flavio Calle Zapata el 11 de diciembre de 1997.  Trabajó pastoralmente como vicario de San Vicente Ferrer y La Santa Cruz en La Ceja. Formador consumado en los seminarios de  Nuestra Señora de Marinilla, el Intermisional de Bogotá, el de Cristo Sacerdote de Yarumal y el Misionero del Espíritu Santo de La Ceja, donde trabajaba actualmente.
 
Un ser excepcional de profunda humildad y nobles virtudes humanas, dotado de especial paciencia para tratar a sus alumnos y a sus dirigidos espirituales, aunque tuviese que tratarlos con fortaleza, para qué asumieran su proceso formativo. Olvidaba con facilidad las ofensas.  Buscaba la serenidad de espíritu y la gracia suficiente para recibir y donar la paz  del corazón.
 
Se entregaba y donaba con total generosidad desprendiéndose aún de lo propio para solucionar los problemas y dificultades de los demás, de él aprendimos que hay que darlo todo sin reservas. Encarnaba como propio el dolor del hermano, en especial de sus compañeros sacerdotes.
 
Fue el mejor símbolo de fortaleza, aún en medio de las adversidades de la vida, siendo en ocasiones víctima de incomprensión; guardó la calma, apoyado sólo en su Señor, al que visitaba con frecuencia en la soledad del Sagrario y refugiado en el consuelo de la Virgen Madre. Allí encontraba la paz para su alma y enseñaba a buscar al Amigo de todos los instantes y en momentos de alegría y triunfo, pero también en los de dolor y angustia lacerantes que desgarran el ser.  Siempre le vimos de pié abrazado a su cruz, aún cuando hubo momentos en que todo parecía desplomarse, y así nos enseñó a nunca desfallecer, ni a retroceder.
 
La sinceridad siempre fue su compañera, mostrando la transparencia de su alma sacerdotal y de cristiano convencido.  Amó su sacerdocio como el que más, donándose al servicio de comunidades religiosas y de laicos que recibían constantemente su orientación, sabio consejo y apoyo espiritual.  Pero ante todo supo ser el amigo del alma que corrigió fraternalmente a sus hermanos sacerdotes, cuando sabía que estaban en dificultad.
 
Su lema, como fiel discípulo de Monseñor Alfonso Uribe, fue el amor al sacerdocio de nuestro Señor y la donación y entrega total a los aspirantes al sacerdocio, a quienes estrechaba contra su corazón, con ternura de padre bondadoso, lo mismo que a sus amigos y fieles en general, cada que con él teníamos la oportunidad de compartir la existencia. La alegría siempre una de sus características, con ese fino humor que en tantas ocasiones hizo aflorar sonrisas y carcajadas gracias a sus oportunas ocurrencias y anécdotas, que sabemos fueron heredas de sus mayores.
 
El hombre prudente, que siempre buscó hacer lo correcto, y que supo pedir perdón en momentos en que aceptaba que se había equivocado.
 
El sacerdote fervoroso que constantemente hasta en esos momentos de desierto buscó en la intimidad y soledad de la oración, un torrente fresco donde bebía y allí encontraba la paz que su alma anhelaba, muy especialmente en la eucaristía que vivía con intensidad.
 
Al amigo fiel, al miembro de la familia que siempre valoró y buscó apoyarse en sus seres queridos y amigos cuando su alma lo necesitaba; al ser humano que olvidaba con facilidad la ofensa y el maltrato recibido por quienes le rodeaban, pero con su claridad sabía dar respuestas contundentes a quienes trataban de opacar su proceder.
 
Al hombre sabio que siempre supo combinar la razón y la fe para iluminar con respuestas encaminadas a dar luces en la oscuridad del mundo. Al filósofo y teólogo amante de la sabiduría humana, pero ante todo la divina, que le hizo enamorarse cada vez más de su Señor, para compartir el sufrimiento y el dolor humano, llevando a cada momento el aliento y fortaleza del Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, a quien lo necesitara.
 
A ti compañero, hermano y noble amigo de todos los tiempos y momentos, hoy elevamos una plegaria al cielo ya que estás celebrando la pascua definitiva con Tú amado, Jesucristo el Sumo y Eterno Sacerdote, con el que trataste de configurar tu vida y tu ser sacerdotal, para que intercedas y nos acompañes, como lámpara votiva ante la presencia del Buen Dios.
 
Queridos Don Miguel y Doña Rubiela, hermanas y demás familia, gracias por el regalo de la existencia del Padre Albeiro, que él les acompañe, bendiga y ayude a aceptar cristianamente, tan dura prueba y realidad. Familia, sacerdotes, seminaristas, amigos, hoy hemos perdido un nuevo miembro de la familia diocesana, pero con convicción profunda, reconozco que nos hemos ganado un nuevo intercesor, que desde una ojiva del cielo seguirá velando y rogando al Padre, por sus seres queridos y su Diócesis de Sonsón-Rionegro a la que tanto amó y sirivió.
 
Jorge Iván Londoño Henao, Pbro.
___________________________________________________________________

Falleció el padre Albeiro Salazar

El padre Luis Albeiro Salazar Hernández Falleció ayer, 12 de octubre, en horas de la noche, en el Hospital General de Medellín, donde estuvo internado durante las últimas semanas.
Sus exequias se realizarán en la Parroquia Nuestra Señora del Rosario, en Itagüí (parroquia central), a las 4:00 p.m.
 
El Padre LUIS ALBEIRO SALAZAR HERNANDEZ después de prepararse para el encuentro definitivo con su Señor por medio de la enfermedad, ha partido al banquete Celestial.
 
El Padre Albeiro dedicó la mayor parte de su ministerio sacerdotal a la formación de los candidatos al presbiterado, siendo formador de los seminarios Diocesano Nuestra Señora de Marinilla (donde inició su ministerio en 1998), en el Seminario Cristo Sacerdote de Yarumal, en el Seminario Intermisional en Bogotá y en el Seminario Misionero del Espíritu Santo, donde prestaba sus servicios en la actualidad.
 
También se dedicó al servicio y atención pastoral de los fieles en las Parroquias de San Vicente Ferrer, en el municipio de San Vicente y la Santa Cruz, en la Ceja. Dado a sus dotes de "buen orador", era invitado con frecuencia a predicar en los retiros espirituales, fiestas patronales, Semana Santa, y actividades de nuestras parroquias.
 
La Diócesis eleva una plegaria a Dios por la familia del Padre Albeiro, lo mismo que una acción de gracias por más de 13 años. Paz en su tumba.

___________________________________________________________________
PADRE JESÚS DEL PINO VARELA
Por: Osvaldo Gallardo González
Nació en Camagüey, el 31 de agosto de 1969, hijo de Marta y Raúl.
Se graduó de Ingeniero Electrónico en la Universidad Central de Las Villas en 1992.
Entró al Seminario San Carlos y San Ambrosio de La Habana en ese mismo año.
Completó sus estudios de Filosofía y Teología en universidades pontificias de México
y Roma.
Recibió la ordenación sacerdotal por imposición de manos de Mons. Adolfo Rodríguez
en la S. I. Catedral de Camagüey, el 29 de septiembre de 2001.
Fue nombrado vicario parroquial de la parroquia Nuestra Señora de la Caridad de
Nuevitas, el 4 de octubre de 2001.
Fue coordinador del Comité de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba para la
Beatificación del Padre Félix Varela. Era responsable diocesano de la Pastoral de
Ecumenismo.
Era colaborador de la revista Enfoque y de la Pastoral de Cultura en la diócesis.
Mantenía un servicio diocesano de divulgación de noticias a través del correo electrónico.
En el momento de su deceso, era párroco de la Inmaculada Concepción de Guáimaro

SEPULTADO EN CAMAGÜEY EL PADRE JESÚS DEL PINO VARELA
Por: Osvaldo Gallardo González
Camagüey, agosto 18: El sacerdote diocesano Jesús del Pino Varela falleció
producto de una repentina enfermedad, el pasado sábado 15 de agosto, Solemnidad
de la Asunción de la Virgen María, en el Hospital Provincial "Manuel Ascunce
Domenech" de esta ciudad de Camagüey.
Jesús del Pino, quien tenía al morir 39 años de edad, había sido diagnosticado el
pasado 8 de agosto de una neumonía bilateral con derrame pleural e ingresado en el
Hogar "Padre Olallo". Más tarde, ante su agravamiento, fue trasladado al Hospital
"Amalia Simoni" y el día 14, luego de varias complicaciones en su estado de salud,
fue trasladado nuevamente, en esta ocasión al Hospital Provincial, donde permaneció
hasta su muerte, el día sábado a las 4. 10 p.m. Monseñor Wilfredo Pino y Monseñor Juan
oran frente al féretro del Padre Pino
Su cadáver fue expuesto en la S. I. Catedral de Camagüey, desde las 8. 00 p.m., donde
se reunieron espontáneamente los fieles, religiosas y sacerdotes que conocieron la
noticia. En la mañana de ese día, durante la ordenación sacerdotal de Rolando Montes
de Oca y Andy Vidal, el arzobispo de Camagüey había comunicado la gravedad de su
estado de salud, al iniciar la ceremonia orando por su recuperación.
El domingo 16 a las 2. 30 p.m. se realizó la misa de exequias, presidida por el arzobispo
de Camagüey, monseñor Juan de la Caridad García Rodríguez. La eucaristía fue
concelebrada por Mons. Wilfredo Pino, obispo de la diócesis de Guantánamo-Baracoa,
y Mons. Álvaro Beyra Luarca, obispo de Bayamo-Manzanillo. Acompañaron a los
obispos en el altar los sacerdotes Castor Álvarez Devesa e Iván Rodríguez Jevey,
hermanos del Padre Jesús del Pino, quienes recibieron junto a él la ordenación
sacerdotal en el año 2001, por imposición de manos del primer arzobispo de
Camagüey, Mons. Adolfo Rodríguez Herrera.
Durante la homilía y con visible emoción, Mons. Juan García recordó el don que fue la
vida del Padre Jesús para su familia y para el pueblo de Dios; mencionó su pasión en el
proceso de beatificación del Siervo de Dios Félix Varela y en el diálogo ecuménico y con
las autoridades civiles. Pero también lamentó la triste lección que nos deja el Padre
Jesús del Pino al no cuidar debidamente su salud por su gran ardor pastoral y en el
deseo de gastar su vida al servicio del evangelio. Monseñor pidió enfáticamente a los
laicos cuidar su salud y la de los sacerdotes. Agradeció también la inmensa cadena de
oración que se levantó en pocos días a favor de la salud del P. Pino en todo el país y
que alcanzó a otros lugares como España y los Estados Unidos; y manifestó la certeza
de que, ante el designio divino, "es bueno confiar en el Señor".
Con serena confianza expresó: "En la eternidad, él nos espera. La Virgen lo llevó junto a
ella en el día de su asunción. Él está viendo lo que celebramos. Él está contemplando lo
que estudió, lo que anunció y lo que celebró durante su vida (…) Él está donde siempre
quiso estar, donde está Dios".
Al finalizar la misa, una cerrada ovación despidió los restos mortales del Padre Pino que
fueron acompañados en procesión por varios cientos de personas hasta la Necrópolis
de Camagüey. Entre cantos, oraciones y el doblar de las campanas de la iglesia del
Santo Cristo del Buen Viaje, recibió el adiós final el Padre Jesús del Pino Varela, quien
testimonió con su vida la grandeza del amor de Dios.

(Fonte)
 

________________________

P. Luis Dominguez Flores


















________________________________

P. Obed Eliud Mendoza
Semblanza del Padre Luis Albeiro Salazar Hernández

Nessun commento: